Juntaron varios tipos de maderas. Mientras estaban preparándose para hacer fuego, oyeron un sonido muy particular. Con miedo dejaron de hacer el preparativo, pensando que eran sonidos de espíritus malignos.
Pero el sonido resultó agradable y así concluyeron que aquellos pertenecían al del espíritu del viento, que soplaba a través de un tronco de eucalipto ahuecado por las termitas.
Esto es lo que dío origenes al Didqcridoo, un instrumento que se usa en los ritos aborígenes para conectarse con los espíritus de los antepasados.
Si te sientes un poco aborigen y quieres despejarte en la ducha en esas mañanas en las que dices: No me quiero levantaarrr !!!. Con infusión de eucalipto, aceites de oliva virgen extra/coco, aceites esenciales de rosa, salvia y eucalipto picado y aceite de rosa mosqueta en la traza.
Será una experiencia mucho mejor que conectarte con los espíritus de tus antepasados ( he dicho )