Organizar todos los detalles de una fiesta de comunión puede ser una gran oportunidad para compartir ese momento con la familia, integrando las ideas de todos y aportando nuestro granito de arena. Está claro que hay magníficos organizadores de eventos que van a estar encantados de ayudarnos con todos los detalles de nuestra celebración, pero vais a disfrutarlo mucho más si os implicáis directamente y os ponéis manos a la obra con todo lo necesario.
Si algo bueno tiene una comunión campestre o al aire libre es que todo debe ser muy natural, además, se trata de una fiesta para niños, por lo tanto cuanto más sencillo sea todo, más lo van a disfrutar.
Estos pequeños consejos te pueden ayudar a organizar una fiesta de comunión que tus hijos nunca olvidarán.
En primer lugar, no te vuelvas loca con la decoración. Elige elementos sencillos, naturales y que puedas hacer tú misma. Elige centros de flores silvestres que puedes presentar en sencillos botes de cristal adornados con alguna cinta de raso o con blondas, también puedes ponerlas en unas simples latas de conserva, ¡Dan un juego increíble!
También puedes sustituir los centros de flores por unos con molinillos de viento o chuches, seguro que los peques te lo van a agradecer!
Las mesas deben ser cómodas y prácticas, al menos aquellas en las que se vayan a sentar los niños, y deben estar vestidas con una buena dosis de fantasía. Por ejemplo, puedes tematizarla con el personaje de película o serie infantil favoritos de vuestros hijos. Pero también puedes recurrir a recursos que siempre funcionan, los globos, los grandes pompones, las guirnaldas...
Una vez que hemos decidido cómo decorar las mesas llega la parte de pensar en la comida. Una de las opciones que más me gustan para este tipo de fiestas es el buffet donde cada uno se sirve lo que le apetece. Tratándose de una comunión podéis preparar algunos bocados especiales para los niños, al margen de lo que tengáis previsto para los mayores. Eso hará que la comida sea mucho más divertida y apetecible para ellos.
Para acabar, no hay fiesta infantil que no se precie sin el candy-bar. Un buen surtido de chuches para acabar la fiesta hará las delicias tanto de niños como de mayores.