El verano pasado me fui a Ikea a comprar dos taburetes, porque la tapicería de los que tenía estaba muy desgastada.
Pero cuando vi el precio de los que me gustaban (y pensar que mis hijos pondrían los pies sin quitarse los zapatos, aunque se lo repita mil veces) y el precio de hacer unas fundas para los que ya tenía, no tuve ninguna duda. Tela al carro y conjunto de taburetes y cojines nuevos en una tarde. La tela gris marengo que había teñido me vino que ni pintada combinar con la estampada de Ikea.
Hasta la próxima, salud y buena costura.