Pero entonces adquirí rotuladores permanentes para textil con efecto glitter en relieve (incluso sin saber muy bien para qué me podían servir, pero fue superior a mí...) y se me encendió la bombilla...
¡Disimularía el manchurrón de lejía bajo un dibujo de atrapasueños, que están muy de moda y me encantan!
Este es el aspecto del atrapasueños que dibujé, con la "tinta" aún fresca. Posteriormente añadí algún detallado más. No se tarda más de 10 minutos en hacer este dibujo. Un vaso o tapa puede servir de guía para trazar el círculo; todo lo demás está hecho a mano alzada sobre la marcha y sin seguir ningún modelo especial, aunque en google se puede encontrar inspiración.
Este tipo de rotuladores tiene una boquilla muy finita que permite trazos de bastante precisión. Sólo hay que tener la precaución de que la boquilla no se tapone y no apretar demasiado para que no salga un grumo. La tinta consiste en una especie de pegamento con glitter que una vez seco, queda transparentado y con efecto purpurina, más o menos en relieve según la cantidad que hayamos aplicado.
El secado tarda un mínimo de seis horas. No se traspasa nada a la trasera de la tela, pero yo por si acaso pinté poniendo un cartón debajo del frontal de la blusa.
Para fijar el color, se plancha sobre un trapo a máxima temperatura o se mete la prenda en el horno a 150ºC durante 8 minutos. Al principio fui reacia a hornear la tela así que la planché una vez seca...Y lista para poner.
¿Dónde está la mancha de lejía ahora? Y apenas se nota que el dibujo está ligeramente descentrado para disimular el manchurrón...además lo bueno es que se puede ampliar y retocar el dibujo si nos parece soso de primeras.
Llegó la hora de la verdad: lavar la blusa a 40ºC (máximo recomendado para los rotuladores textiles) y ver si el invento aguantaba...¡¡¡Y perdí parte del dibujo porque no debía estar bien fijado el color con el planchado!!! Aparte de que la purpurina perdida se esparció por la blusa y el rotulador plateado tenía una aspecto blandurrio y extraño...
Uppps, demasiado bonito para ser verdad...
En esta imagen se aprecia bien el aspecto que tiene el relieve tras el lavado, que parece que ha perdido toda la purpurina.
Así que tuve que retocar el dibujo con los rotuladores y esta vez sí lo horneé a 150 ºC durante 8 minutos. Después de volverlo a lavar, esta vez a 30 ºC, el dibujo se había mantenido entero, aunque los colores seguían teniendo (en húmedo) ese aspecto blandurrio y sin purpurina de la vez anterior...
Uppps, parece que va a ser una lotería lavar esta prenda...
Pero una vez seco, como por arte de magia el dibujo recuperó la purpurina y el relieve adecuado, así que se puede dar el atrapasueños por fijado y recuperado...
Mejor esto que no tirar la blusa, que me daría mucha pena, o embarcarme en una complicada labor de descoser el cuello bordado e intentar endosarlo a cualquier otra camiseta...
Pese al fastidio de tener que hornear la ropa para fijar bien los colores, y de que siempre habrá que tener precauciones especiales a la hora de lavar y planchar estas prendas, estoy contenta con el resultado que dan estos rotuladores y seguro que volveré a utilizarlos para decorar prendas sosas, o disimular manchas de lejía, o de grasa, o con un pequeño remiendo.
as opciones de dibujo son ilimitadas. Además ahora se lleva mucho el rollo zentangle que sirve para disimular cualquier cosa. Hay rotuladores disponibles sin purpurina y sin efecto relieve para los más conservadores...
Espero que mi experiencia os haya inspirado y os lo penséis un poco antes de tirar a la basura prendas con manchurrones sin aparente solución. Os recomiendo que os hagáis con este tipo de rotuladores porque son toda una inversión y pueden usarse para dar una segunda vida a la ropa que de otro modo acabaría hecha retales o en la basura...