Corría el octubre de 2013. Como era obvio, no lo iba a subir en octubre (es más, no sé por qué me dio por hacerlo entonces), esperé a las Navidades. Y luego se me olvidó.
Pero a mí me gustan las Navidades. Llega por fin el frío, puedo taparme con más y más lana porque nunca tendré suficiente calor, llegan las vacaciones... Ahora los pobres universitarios pasan las fiestas estudiando, pero yo tuve la suerte de tener exámenes ya entrado febrero. Me gusta la luz que hay en las calles, de noche cerrada pero llena de luces de colores, de gente, de vida.
Además, las comidas familiares que hacemos me gustan. No somos una familia que se pelee ni que invite a gente por compromiso, estamos a gusto y lo pasamos bien. Además, hace muuuuchos años que decidimos el menú, así que todo el trabajo está repartido y nadie tiene que pasarse interminables horas en la cocina, ni salen comidas raras ni nada así. Ya no tenemos niños, con lo que la parte de las sorpresas y los chillidos de emoción cuando Papá Noel llama a la puerta (aún no sé cómo lo hacen, lo juro) ya no son tantos. Pero seguimos pasándolo bien.
Este mes estoy hasta arriba de trabajo, y entre viajes, compromisos, encargos, el fin de las clases y (no voy a negarlo) las rebajas de Steam, estoy desaparecida del blog. Mi intención es sacar un ratito antes de Fin de Año para traer alguna cosa más, pero no puedo prometerlo. Por eso:
¡Felices fiestas! Disfrutad de las vacaciones, del frío, de la familia y de todo lo que podáis estos días.
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