Este verano, mi hija la mayor, se ha dedicado a coger piedras en la desembocadura del río y en la orilla de la playa, y la verdad es que de feas no tienen ni un pelo. Ella las está usando para decorar las macetas, las pone sobre la tierra al rededor de los cactus y las aloe veras. De este modo, evita que el viento se lleve la tierra, guardan mejor la humedad y además decoran!
Me he sorprendido con la belleza y los colores que pueden llegar a tener, y es por eso que he buscado en Internet otros usos para ellas. Desde hacía tiempo, había visto ideas de decorar piedras con pintura, pero claro, para eso te tienes que llevar bien con los pinceles jeje, y yo me llevo mejor con las agujas de crochet. Es por eso que cuando encontré esta foto en El blog de DMC, me enamoré.
Resulta que esto de las piedras forradas a ganchillo es todo un movimiento mundial y yo sin saberlo! Según leí en el blog, la americana Margaret Oomen empezó forrando piedras de río. Las imágenes que os muestro a continuación, están sacadas de su blog.
Sabiendo combinar las formas, tamaños y colores, creo que pueden quedar super decorativas en cualquier hogar. Además pueden usarse como pisapapeles, para sujetar las puertas o para hacer una composición a modo de cuadro como la de la siguiente foto.
Ella incluso se atreve a combinar el ganchillo con pequeños trocitos de tela, y mirad, es espectacular.
Rápidamente esta técnica se extendió por Internet y hay un grupo de Flickr donde los amantes de las “covered stones”, como se conoce el movimiento, suben sus fotos y proyectos.
No parece un trabajo sencillo, pues hay que saber ir adaptando los puntos y el tejido a la forma de la piedra. Además, según lo que he podido observar, quedan mucho mejor, cuanto más fino es el hilado que se utiliza. Sin duda me lo pongo como reto, aunque primero tendré que darme un paseo por la playa para hacer una buena recolecta de piedras preciosas
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La Gurú