MATERIALES:
Maizena o harina de maíz.
Aceite hidratante.
Limón o vinagre.
Crema de manos.
Cola blanca de carpintero.
HERRAMIENTAS:
Sartén, preferiblemente vieja.
Palito o cuchara para remover.
Vaso.
Tapper o recipiente.
Film transparente de cocina.
ELABORACIÓN:
En un vaso (normal) llénalo de cola blanca y vierte lo en la sartén, seguidamente echa 2 cucharadas de limón o vinagre (eso hará que la plastilina te dure más tiempo), a continuación otras dos cucharadas de aceite de bebé y ahora medio vaso de maizena, (si tu cola blanca es de mala calidad o muy líquida echa un vaso completo de maizena).
Mezcla bien todos los ingredientes, que se unifique bien toda la masa.
Ahora hay que cocer la masa, enciende el fuego a intensidad baja y remueve con paciencia, no dejes de remover, verás que poco a poco se va espesando y haciendo más dura.
Llegado el punto en que te cueste remover (unos 15 minutos), es la hora de apagar el fuego.
En un tapper o un bol aplica un poco de crema de manos o aceite de cocinar, esto es para que no se pegue y sea más moldeable.
Mezcla durante un buen rato, hasta que veas que la masa ya no se pega en tus dedos, si percibes que necesitas más maizena ve aplicándolo poco a poco sin parar de mezclar.
¡Listo!, tu plastilina ya está perfecta para usar.
Si la quieres reutilizar después de hacer tus figuras envuelvela en el plástico de cocina, y mételo en un tapper dentro del frigorífico.
Esta plastilina también sirve como masilla tapa poros para madera, o como tapajuntas para manualidades, moldear..., y se seca y endurece al contacto con el aire, y así la podrás pintar.
Muchas gracias por leer este blog.