Se acabó 2013, un año muy agridulce que me ha dejado uno de los peores momentos que he vivido, pero también alegrías en forma de pequeños nuevos integrantes de la familia o de la familia extendida.
No quiero hacer un aburrido post de recopilación de buenos y malos momentos, porque todos tenemos de eso. Solo quería asomarme por aquí para desearos todo lo mejor para este año nuevo, nuevito, con el que podemos hacer lo que queramos. Seguro que pasarán cosas y habrá momentos de todo tipo, pero ahora mismo es un folio en blanco sobre el que podéis escribir lo que queráis.
Haced planes posibles e imposibles, pedid deseos alcanzables o inalcanzables y que se os cumplan todos. O que no se os cumplan, que a veces es lo mejor que nos puede pasar.
Un beso desde el calorcillo de Montevideo.