Para que nos quede bien y no parezca que llevamos un tapete de mesa camilla. La cintura tiene que quedar precisamente ahí, a la cintura.
Las faldas con vuelo me pierden, no puedo evitar dar vueltas como una niña.
Esta tela tan bonita la compré en Amsterdam, entre muchas otras. Algún día os hablaré del arsenal de telas que me traje. Que pena no tener esos mercados a la vuelta de la esquina.
Hasta la próxima, salud y buena costura.