Hoy os traigo la transformación de un espejo con marco biselado, recuperado en la reforma de una peluquería. A primera vista nadie daría un duro por él, pero con un poco de ingenio y trabajo, podemos sacar a relucir todo su potencial.
Como podéis observar en las imágenes, las esquinas inferiores estaban muy deterioradas, por lo que se rellenaron de silicona, a fin de conseguir una superficie uniforme para poder adherir posteriormente la cuerda.
Con mucho cuidado, paciencia y ¡metros de cuerda!, vamos fijando esta última con silicona, bordeando todo el marco.
Como colofón, he utilizado la misma cuerda para crear espirales de diferente tamaño y decorar la esquina superior derecha a modo de “tocado”.
Así, conseguimos dotar al espejo de un marco sencillo, antes inexistente, con un toque sofisticado y elegante.
Espero que os guste el resultado.
¡Hasta pronto!