Entretenimientos en el verano IV: las excursiones. Día 15. #Yeswecaninsummer
Una de las cosas más entretenidas que se pueden hacer en el verano son las excursiones. Excursiones cortas, generalmente por los alrededores de donde estás pasando las vacaciones.
Estas excursiones suelen programarse cuando tenemos visitas, pues es obligado llevar a los amigos que visitan por primera vez las tierras de #Larioja, a los pueblos más turísticos y a las atracciones de alrededor. Y desde luego a los restaurantes, bares, tabernas, etc….donde cocinan los mejores platos.
Si bien, cuando estamos en familia, las excursiones suelen surgir de forma más espontánea y casi siempre hay alguien que motiva al resto, alguno se levanta con ganas de ir a algún lado o simplemente de moverse…y para que engañarnos, el resto nos apuntamos encantados, por lo que las excursiones tienen de cortar la rutina estival.
Nosotros tenemos dos excursiones, al menos, que repetimos cada verano. Siempre solemos escaparnos algún día a Bilbao, a la playa. Bilbao queda relativamente cerca y siempre merece la pena adentrarse en el País Vasco y recordar sus bellos y verdes paisajes. Nos encanta ir a las playas de Sopelana, Plencia, Getxo y Laga.
Como vivimos en Madrid, siempre estamos ávidos de mar. Yo creo que es una cosa que nos suele pasar a todos los madrileños, valoramos mucho las superficies de agua…..las que tenemos en Madrid son más bien escasas (Manzanares, lago del Retiro o la casa de campo….) y cuando vemos el mar nos quedamos hipnotizados.
Este verano nos hemos escapado un par de veces a la playa y la pena es que no hemos tenido mucha suerte con el tiempo-clima, pero suele suceder en esos lares, por eso están tan verdes y tan bonitos, que parece que en vez de en España estás en Suiza. En todo caso y a pesar del tiempo hemos disfrutado mucho del mar, el casi sol y la buena y abundante comida, el día que encontremos sol va a ser una fiesta!!
Otra de las excursiones que no falla es ir a la capital de #Larioja, Logroño. Logroño es una ciudad muy acogedora. Yo creo que Logroño tiene un tamaño perfecto. Y como es lógico, cuando vamos a Logroño, además de sumergirnos en las rebajas veraniegas, nos vamos de vinos a la calle Laurel o a la calle San Juan y disfrutamos de sus deliciosos pinchos y raciones. Nunca faltan los champiñones, la sepia, el bacalao, las croquetas o los pimientitos rellenos. Este año hemos descubierto un nuevo bar La nueva taberna. Nos lo recomendó un amigo que vive allí.
El dueño es un asturiano enamorado de su tierra y de las setas. De manera que pudimos degustar unas raciones de setas variadas y una sidra estupenda. Pero lo mejor fue, sin duda, el trato que recibimos. Nos sorprendió lo dicharachero que era, pues los riojanos no suelen ser personas extrovertidas en un primer momento. Yo realmente, prefiero el carácter más austero de #Larioja, pero más sincero y a la larga más cálido y acogedor que en otras zonas de España que enseguida te abrazan, ahora bien hay que saberlo porque en ocasiones puede resultarte antipático. Pues bien, a nuestra pregunta de dónde era nos contó su historia y porque llevaba tantos años en Logroño, también nos hizo partícipes de sus inventos y sus ilusiones. Pasamos un rato muy agradable hablando con él. Cuento esto porque creo que si parte del encanto de ir a comer o tomar unos pinchos es la calidad de la comida, otra gran parte de la magia la hacen las personas que hacen esa comida y que te la presentan con orgullo y calidez.
Por ello, con estas líneas, me gustaría reconocer a todas las personas que hacen de su profesión arte y vocación y que intentan hacer más fácil y agradable la vida de los veraneantes. Gracias a todos ellos!!!!
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