A través del tiempo el patchwork pasó de ser una antigua técnica netamente utilitaria y usada concretamente para resolver necesidades básicas humanas, más bien casera y de reciclaje de viejas prendas de vestir, a una poderosa terapia física, mental y espiritual, en la que la creatividad y las habilidades manuales se unen con la tecnología para desarrollar desde lo más simple y cotidiano hasta verdaderas obras de arte.
Poco tiempo atrás, los retales utilizados en el patchwork provenían de otras prendas en desuso, también contaban con la incorporación de otros materiales, esto dependía de la necesidad de resolver una situación ante una situación crítica de extrema escasez.
En la que algunas personas se vieron en la imperiosa necesidad de utilizar los sacos donde venían las papas para elaborar vestidos o tan simple, pero necesario, como guardar retales de tela que sobraban de la costura de otras prendas de vestir. Echo cotidiano en muchos países en el mundo en épocas de transición a consecuencia de la post guerra o la emigración de pueblos enteros.
De hecho, en Estados Unidos de Norteamérica el país con una importante presencia de los quilts o colchas elaboradas con la técnica del patchwork, que llegó a través de la emigración inglesa y mantenida por la cultura menonita o Amish, se extendió por muchas regiones del país convirtiéndose en una verdadera industria. Hoy en día poseen un impresionante desarrollo en técnicas, materiales y herramientas.
En la actualidad, el patchwork ha cobrado una nueva perspectiva, pues ha pasado de ser una técnica de costura en la que se trabajaba con excedentes de otras prendas de vestir, de ropa vieja o rota para convertirse en una industria que mezcla el arte con procedimientos rigurosos, complejos y con variedad de resultados y en el que la precisión es imperiosamente necesaria.
El patchwork se realiza a mano con aguja e hilo, en máquina de coser o combinando ambas herramientas, en la que se unen retazos de diferentes motivos o diseños de telas, preferiblemente del mismo material y calidad, se usa para elaborar piezas utilitarias y o decorativas para el hogar o de uso unipersonal. El tipo de material utilizado por excelencia es el algodón.
Al unísono, las empresas que están dirigidas al ámbito textil evolucionaron con la técnica y han desarrollado materiales y herramientas con las que se pueden lograr acabados de altísima calidad y así estas piezas pueden pasar de ser simples objetos utilitarios y decorativos a verdaderas obras de arte.
Con la unión de los retales de tela se obtiene una pieza mayor denominada bloque, en el que se pueden observar dibujos geométricos o figurativos. Estos son elaborados con diferentes técnicas, usando materiales y herramientas básicas de la costura y algunas otras desarrolladas en específico para tal fin.
Una vez que se obtiene un bloque, de ser necesario, se repite tantas veces se requiera para elaborar una pieza o paño de mayor tamaño, en la que además se le pueden agregar algunas otros elementos con fines utilitarios o decorativos y o remates finales hasta convertirlo en el producto deseado.
Aunque en sus inicios la técnica del patchwork se usó básicamente para realizar alfombras, edredones o prendas de vestir hoy en día se utiliza para elaborar cualquier elemento que esté relacionado con la industria textil para la decoración del hogar o para la del vestido, como para diversos accesorios y complementos.
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