La señora Luisa y su marido han sido protagonistas del momento más mágico de este Sant Jordi. El pasado día 17, se acercaron a mi paradera de Sant Jordi y después de intercambiar besos y saludos, hablamos de mi afición por hacer trabajos manuales.
Entonces él se fijó en las muñecas de papel maché que realizo con materiales reciclados, y nada más verla, decidió que la quería. Me preguntó que por qué se llamaba Luisa y le expliqué, de una forma muy sencilla, que era una hada con una historia muy bonita. Dijo que se la llevaba, que la quería porque se llamaba igual que su mujer y la encontraba casi tan bonita como ella.
Luisa no estaba en venta, es tal vez, de las figuras que he realizado, la que más me gusta. Pero cuando, este señor tan mayor, tan caballeroso y tan enamorado miró a su mujer, y le preguntó si la quería, pensé que no habría mejor pareja con la que dejarla ir. Se la regaló con tanto amor y con tanta dulzura, que no pude imaginar un lugar mejor para ella.
Tendré que volver a hacerla, ya sé que es difícil que se le parezca, cada figura es única. Dentro de un tiempo, os enseñaré el resultado.