Había una vez unos platos viejos viejitos que estaban en la casa de la playa y claro tarde o temprano les iba a llegar su hora..., de ser donados, regalados, o enviados al basurero..., pero como a mí me gustaban me los traje a casa, total ya sólo quedaban un par de platos llanos, otro par de platos hondos y unos pocos platos para la taza de café (sin taza por supuesto). Ni que decir tiene que esta decisión dejó perplejo a mi chico, que le parecía que eran feos, viejos y poco dignos de mezclarse con nuestros platos...¿le hice caso? hum.. ¡pues no, claro que no! ;P Esos platos eran una monada y sería una pena deshacerse de ellos así sin más. Y aunque de momento los sigo usando, a pesar de los desconchones, se me ha ocurrido pintar uno de ellos y ponerlo en la pared para poder disfrutarlo antes de que se rompa del todo.
Así que armada con el plato viejo viejito y un rotulador permanente negro, me dispuse a darle un nuevo aire. Lo primero que se me ocurrió aparte de pintar una frase, cosa que deseché enseguida porque tengo la casa que parece que acabo de aprender a escribir de tan llena como la tengo de frases y palabras por aquí y por allá (otro día os lo cuento con más detalle) fue dibujar un colibrí.
Pensé que quedaría gracioso si parecía que estaba absorbiendo el néctar de una de las flores que ya tenía el plato. De modo que lo primero que hice fue consultar con Mr Google y ver imágenes de colibríes para ver si lo podía reproducir más o menos y después de probar varias veces en un cuaderno pensé que podía lanzarme a la piscina y pintarlo en el plato (ahí, con un par).
Primero dibujé el pájaro a lápiz y luego lo repasé con el rotulador permanente. La verdad es que tenía en casa rotuladores de cerámica pero pensé que no sería necesario usarlos dado que el plato no se iba a lavar en lavavajillas ni nada.., vamos que lo quería sólo de adorno. Lo que no sé es si el color del rotulador se mantendrá igual o empezará a amarillear....
Lo que sí que he aprendido es que estos rotuladores son bastante difíciles de quitar..., bueno teniendo en cuenta que se supone que son permanentes debería de habérmelo imaginado...., hay que tener cuidado porque si te confundes lo puedes borrar con un bastoncillo de algodón empapado en alcohol, pero queda una sombra...y he aquí mi descubrimiento...¡de esa forma podía difuminar y sacar sombras! y menos mal, porque me había emocionado poniendo rayitas para dar volumen y parecía que el pobre colibrí estaba calvo y le estaban saliendo unos pelillos... ;S
Así queda una vez difuminado:
De momento se va a quedar así, aunque no descarto ponerle un poco de color, ahora que he descubierto que puedo difuminar mis rotuladores con alcohol...
Y Colorín Colorado..., este plato ha sido decorado/salvado :P y como los materiales utilizados son baratos, basta un plato viejo y un rotulador, me apunto un viernes más a los Findes Frugales de Colorín Colorado. Para ver el resto de propuestas, pincha en la imagen:
¡Feliz Fin de semana para tod@s! *^_^*