En un principio pensé en venderla por Wallapop (creo que lo mio ya es adicción) pero se me ocurrió probársela una tarde tonta a mi hija pequeña y le quedaba genial. La forma farol de las mangas ya no se encuentra apenas en los vestidos de ahora. También lleva lazada en la parte de atrás, muy vintage. Pero la parte de abajo no me gustaba mucho y pensé que transformarla en vestido no sería muy complicado.
Desmonté las dos piernas y como de largura iba justito pensé comprar un bies o una puntilla y alargarlo un poco. Pero la tarde que me puse manos a la obra no había comprado ninguna de las dos cosas y tuve que improvisar. Encontré un lazo de raso con la medida justa ( no sobraron ni milímetros) para usarlo a modo de bies. Al ser raso, el bajo queda un poco rígido pero no me disgusta porque le da volumen al vestido.
Me gusta porque es muy retro, es vintage de verdad, y sienta muy bien, ¿ Qué os parece?
Edito para comentar que descosí el dobladillo y no usé el lazo a modo de bies sino como si fuera una puntilla, sin doblarlo. Ya no queda rígido, ahora sí estoy contenta con el resultado!
El siguiente proyecto es una ranita de flores, sin patrón, que me he lanzado a coser. Si la cosa no es un desastre lo enseñaré por aquí.
Fuente: este post proviene de La Casa Atelier, donde puedes consultar el contenido original.
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