Se trata de unos adornos para el árbol elaborados con cartón de huevos y cascabeles.
Lo primero son los materiales:
Son bastante sencillos y sobre todo muy económicos.
Una huevera, pintura acrílica o témperas, pincel, cascabeles y cinta para regalo, o en su defecto cordel.
Una vez que tenemos todo preparado, vamos a recortar la huevera en trozos individuales. Este trabajo corresponde a un adulto, pues suele ser un cartón bastante duro y resistente, por lo que hay que emplear mucha fuerza y además tener mucha precisión para darle la forma requerida.
Y una vez recortado el cartón completamente, damos forma a las campanas.
Es el momento de dejar a trabajar a los niños.
Sacamos las pinturas, los pinceles y ¡a dar color!
Lo que le gusta a los niños este trabajo...
Una vez están secas (es bastante rápido, pero yo utilicé otro día y así saqué más partido al entretenimiento), con un rotulador marcamos puntitos... o lo que se nos ocurra.
Yo utilicé un rotulador permanente metalizado en oro y gris de Tiger.
Ahora enganchamos los cascabeles (estos también de Tiger) con la cinta de regalo.
Y ya está lista nuestra primera campanita navideña.
No tengo imágenes, pero hemos hecho una buena montonera de ellas, pues este año las hemos añadido a los regalos, así que nuestras bonitas campanas ya adornan numerosos árboles.
¿Y vosotros, dónde las vais a poner?