Por ese motivo, cuando vi una máquina de chicles hecha completamente a mano como la que ahora les mostraré, no podía dejar de pasar la oportunidad de compartirla. Lo mejor de todo es que los materiales a utilizar se pueden conseguir muy fácilmente. Es cierto que no tiene el funcionamiento de dispensador incorporado, pero ¡qué más da! La cosa es que estéticamente da el pego, ¿no creéis?
Además, lo bueno de este modelo es que funciona como un cuenco, por lo que podemos rellenarlo de todo tipo de cosas y de diferentes tamaños. Dicho esto, te mencionaré a continuación los materiales que vamos a necesitar:
- Una pecera
- Una maceta con su plato
- Chicles o caramelos
- Pintura acrílica
- Pegamento extra fuerte
- Dos elementos que encontraremos en una ferretería: un abrazadero omega y una bisagra.
Si queréis una versión más económica, podemos optar por este diseño que está elaborado a partir de:
- Un vaso
- Dos tapas de bebidas para llevar
- Una cartulina para hacer el recorrido de los chicles o caramelos que incorporemos
- Pistola de silicona caliente
Así, ¿qué os parece cómo detalle para regalar a los niños en una boda, comunión o bautizo? Seguro que quedarán encantados.
Si la idea de las máquinas de chicle no os terminan de convencer, podemos hacer este otro dispensador de dulces elaborado a partir de un vaso y cartulinas. ¡Muy sencillo!
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