Para ello necesitaremos: cartulinas, cúter, pinturas para tela o acrílicas y cinta adhesiva ancha de plástico (la de embalaje). La pintura acrílica también da buen resultado y es más económica.
Para hacer los dibujos va muy bien cualquier programa de dibujo y texto y luego imprimirlo al tamaño que quieras. Con el perfil del dibujo y/o texto será suficiente.
- Primero dibuja en una hoja de papel (mejor grueso o cartulina) el dibujo que quieras ponerte en la camiseta y reprodúcelo con el mismo tamaño, mejor tantas veces como colores tenga el dibujo si los motivos están muy juntos.
- Ahora cubre la parte trasera de la cartulina con la cinta adhesiva. Esto es para cuando despegues la cartulina de la tela, no se rompa.
- Luego, con un cúter o cuchilla, recorta de cada uno de los dibujos sólo uno de los colores y esto será la plantilla.
Si no quieres ajustar un color tras otro, también puedes recortarlos en la misma hoja.
Los trozos independientes que se puedan soltar del dibujo, como por ejemplo el centro de las letras, has de mantenerlos unidos mediante un 'hilo' de unión, como se muestra en la imagen, y cuando retires la plantilla después de haber pintado, rellena con el pincel lo que falte por pintar.
- Ahora coge la camiseta y coloca un cartón dentro para que la pintura no traspase al lado opuesto. Después centra el dibujo en la parte frontal o trasera de la camiseta, o si es pequeño, allí donde quieras situarlo y sujétalo ligeramente con cinta adhesiva para evitar que se desplace.
Si la superficie a pintar es grande, se trabaja mejor con un rodillo, si es pequeña utiliza un pincel con el grueso apropiado.
- Aplica la pintura de forma homogénea para que no se aprecien distintas densidades. Es preferible que la pintura no esté muy líquida para que no se filtre por debajo de la cartulina.
Haz esta operación con cada uno de los colores esperando antes a que seque el anterior. Ten la precaución de aplicar primero los colores de fondo y luego los de primer término.
- Luego retira la cartulina antes de que la pintura se seque demasiado, para que no se pegue a la tela, pues se podría romper al separarla.