Aprender a pintar con botellas de plástico es una manera muy sencilla de manejar las pinturas sin hacer un desastre. Por ende, el empleo ingenioso de sencillos utensilios domésticos, ajenos en principio a las manualidades, puede rendir resultados deslumbrantes. Hoy vemos un buen ejemplo con el invento de nuestra lectora Alipeba. La artista nos explica una técnica llena de posibilidades que ella ha perfeccionado, sacándole un estupendo partido.
El secreto consiste en mezclar pintura acrílica y cola en botes de boquilla fina, para trazar cordoncillos de color, muy gratos estéticamente, que como veremos pueden bastar por sí solos para componer un bello cuadro. Estos botes también permiten delimitar áreas que luego se llenarán con otros colores, como ha hecho Alipeba al pintar una mariposa.
Alipeba aconseja tener siempre a mano un papel o un trapo. Las boquillas muy finas se suelen atascar con las partículas de la pintura, lo cual se soluciona con un alfiler. Y antes de reanudar el trabajo limpiaremos el exceso con el papel, para evitar que caigan goterones.Alipeba explica que hay pinturas más espesas que otras, por ello no existen recetas fijas. En el bote grande echa la pintura, añade agua o cola blanca, y agita bien la mezcla. Tras dejarla reposar hasta que desaparezcan las burbujas, la vierte en los ‘biberones’ pequeños, y ¡a pintar!
Alipeba recomienda adquirir la pintura acrílica en grandes cantidades, porque sale más barata. Aquí vemos algunas de las marcas que suele utilizar.
He aquí el arma secreta de Alipeba: botes de plástico con aplicador de boquilla fina. Nuestra amiga compra los grandes en un almacén de material para hostelería. Los más pequeños son los que utiliza como pincel, son corrientes y se consiguen al adquirir muchos productos, como tintes del cabello.
Nuestra amiga primero hace un dibujo, decidiendo entonces si sólo va a perfilar las formas o las rellenará de colores. En este segundo caso hay que dejar secar un día los contornos previos, así evitaremos que la pintura de relleno se salga. Veamos un bonito ejemplo de perfilado.
Ahora veamos la segunda manera de utilizar los botes, pintando una mariposa. Alipeba hace primero el esquema del dibujo. “Si utilizáis mucha cola, al secar oscurecerá bastante, así que cuidado con los colores”, nos explica.
Con diferentes colores rellenamos las zonas de las alas que hemos marcado previamente con el lápiz. Sacaremos el tono adecuado probando la mezcla en un papel, añadiendo pintura o cola, hasta conseguir el color apetecido.
De esta forma tan sencilla, nuestra amiga ha dibujado una palmera. La mejor forma de acertar con las mezclas, nos explica, es hacer muchas pruebas.
Observemos el atractivo relieve que se consigue mezclando así la pintura con un aglutinante. Es necesario dejar secar bien cada aplicación, ya que las cantidades son generosas.
Y con una técnica tan sencilla, nuestra amiga es capaz de hacer adornos tan espectaculares y logrados como esta mariposa. ¡Enhorabuena!