Vale, ya estamos, la suerte ya está echada y además es buena, así que hoy empiezas un bolso que te va a quedar de fábula, lo vas a hacer poquito a poquito, así que no te entrarán los agobios de la muerte, y vas fardar más chula que un ocho por las calles de tu ciudad, tu pueblo, o allá donde vayas, tres ejemplos:
Quedas a comer con amigas:
- amiga sincera que si algo te queda mal te lo suelta: - Ayyy, qué bolso más chuli llevas, de dónde lo has sacado
- tú super orgullosa pero queriendo aparentar modestia: - Me lo he hecho yo, poquito a poco, ¿a que mola?
Vas a casa de tu tía:
- tía que te deja en bolas para arreglarte el bajo roto de los vaqueros: - Cari, qué bolso más curioso que llevas, ¿de qué feria de esas raras es?
- tú super orgullosa pero queriendo aparentar modestia: -Me lo he hecho yo con la máquina que me regalaste y nunca creiste que sacaría de la caja, ¿no lo flipas tía?
Entras en una tienda de lujo:
- tú con ganas de gastar, y de paso super orgullosa pero queriendo aparentar modestia: - Buenas tardes, iba buscando…
- dependienta que da asco de buenorra que está, y con un pelazo de envidiar: - No nena, no aceptamos publicidad
Y tras los preliminares de rigor ya te has relajado, así que ahora vamos al lío.
Recordemos los materiales aquí, ¿los has juntado todos?, pues adelante:
1. Cortar y rematar las telas:
No sé si tendrás las telas ya cortadas o no. Lo más probable es que hayas comprado tela por metros en la tienda, que tu madre te haya sumistrado algo que ya tenía, o que tú misma decidieras reciclar. Perfecto, todas las opciones son buenas.
Suponiendo que no tuvieras la tela cortada, vamos a hacerlo ahora, este es un paso de lo más very important, así que no nos saltaremos nada:
- Plancha la tela, sea cual sea su origen, los pliegues y arrugas pueden hacen que no te salgan los rectángulos perfectos que necesitamos.
- Tiende la tela sobre la mesa, y con ayuda de la cinta métrica, la regla y el jaboncillo marcador, traza las líneas para obtener dos piezas de 30×34 cms. Estas piezas son el cuerpo del bolso.
- Lo mismo que antes, pero con las medidas de las asas: dos piezas de 70×12 cms. Una opción: si no quieres currar tanto puedes sustituir esto por tira que venden ya confeccionada, peeeeeeero, no aprenderás tanto
- Con mucho mimo, unas tijeras, y sin prisa, corta todas las piezas que acabas de plasmar en la tela. Mi madre, que no era especialmente creyente, en este momento decía (igual que hacía su propia madre): “Virgen María, pon tu mano encima de la mía“, o lo que es lo mismo, “tengamos cuidado cortando las telas porque una metedura de pata sale cara“.
- Momento zig-zag: ahora que ya disponemos de todas nuestras telitas, vamos a lo más diver, ¡la máquina de coser!. Pasaremos un zig-zag por los cuatro lados de cada una de las cuatro piezas de tela. Y ojo con saltarse esta fase, que os pongo una crucecita negra en la lista. No estarás orgullosa de tu bolso si no está bien acabado, esto es esencial, así que adelante, te espero
. Nota: yo en mi bolso cometí un error gordísimo y voy a rehacer esa parte, así no lo puedo usar, nooooo.
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- Sigue las flechas de las fotos y verás lo bien acabadito que te quedará:
2. Cortar la piel.
¿Te has cansado con la máquina?, es normal, no te preocupes, es que las asas son largas, y como lo estás haciendo con tanto cuidadito, asi que levanta de la silla y vamos otra vez a la mesa:
- Ahora coge tu trozo de piel, polipiel, o tela contrastada y traza las líneas para obtener las piezas. Y ¡ojo!: en la piel deberás marcar las líneas por la cara de atrás, pues si por alguna de aquellas no estás usando jaboncillo, sino otro utensilio para señalar, al cortar te pueden quedar restos visibles, y eso es feo feote. Necesitamos:
- una de 20x10cms, pero como es decorativo, si es distinta también va fenomenal, como si te decides por otra figura geométrica, también bien.
- una de unos 12 cms de largo por el ancho de la cremallera.
- Nota: yo uso el cutter circular porque lo tengo y va muy bien, pero si tu cutter es normalito y no tienes una superficie de corte, pues también vale, cómo no. Y ojo, si pides prestada una superficie de estas jamás la uses con un cutter que no sea circular, o no te la volverán a prestar
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3. Montar las asas.
Venga, esto es facilísimo y te va a animar si ya andabas cansada.
- Coges cada una de las dos telas destinadas a asa, y con la plancha bien caliente marcas dos líneas:
- Primero en los dos lados cortos
- Después a lo largo de toda su longitud
¿te ha quedado como en la foto?, seguro que sí ?. No abandones del todo la plancha, nos va a seguir acompañando.
Cumpliendo con el anterior paso, las asas estarán como plegadas por el centro, ¿si?, pues vale, ahora:
- armada con alfileres dobla sobre sí mismo uno de los lados, y fíjalo con los alfileres, mejor mira la foto
- una vez todo alfileteado de extremo a extremo, vuelve a marcarlo a base de planchazos
- si haces lo mismo con sendos lados de ambas asas, en algún momento coincidirás con la foto de aquí abajo:
Para casi terminar con las asas, que ya te tienen un poquito hasta el gorro, lo sé, falta un último golpe de plancha (por hoy):
- ya tienes plegada en cuatro partes lo que en un principio era una simple tira de tela, así que ponte la plancha a tope y pégale de lo lindo para marcar lo más posible todos los dobleces y que no se te desmonte, el resultado será este, una vez más te ha quedado de fábula:
- y si repites el paso anterior con la segunda asa, el resultado no puede ser otro que este:
Y por hoy esto es todo chicas, y chicos también, ¿los hay, estais por ahí?, en caso afirmativo, manifestaos, plis.
Quien ya supiera coser se habrá aburrido un poquito, ya lo advertí así que…, y quien no haya cogido una aguja en su vida… ya ha tenido suficiente
Y ahora bueno, si hay algo que no he explicado bien, te ha quedado alguna duda, o lo que sea relativo a estos pasos (y no a otros), soy toda oídos, cuéntame.
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