Cuando yo era pequeña solo existía la plastilina, de muchos colores, pero solo un tipo de pasta de modelar con la que hacer formas y pasar miles de horas de diversión, que bien lo pasaba amasándola y haciendo formas con ella.
Peor hoy en día, el tema de las pasta de modelar ha cambiado un montón, hay plastilina (por supuesto), pero hay pasta que se seca en el horno, pasta que se seca al aire, pasta que necesita de otra pasta y así, un montón de posibilidades.
He de reconocer que cuando nosotras descubrimos la Silk Clay (pasta de seda en castellano) se nos abrió un mundo totalmente de posibilidades y desde entonces no hemos parado de trabajar con ella.
Pues todo este rollo que os he metido de la plastilina en los años de los dinosaurios viene porque la manualidad infantil de hoy la hemos hecho con ella, con una de estas nuevas pasta de modelar, pero podríamos hacerlo con cualquiera de ellas porque con todas trabajamos de la misma manera.
Queréis ver el resultado de esta manualidad tan divertida, pues, ¿COMENZAMOS?
1. Papel de cocina
2. Pasta de modelar de colores
1-
Elegimos los colores que vamos a combinar para hacer nuestro cuenco, nosotras elegimos el blanco, naranja, verde, azul y rojo.
Vamos cortando con la mano encima de un poco de papel de horno, trocitos de la pasta y los dejamos caer sin orden ni concierto.
Colocamos otro papel de horno encima de los trocitos de la pasta de modelar.
Con un rodillo amasamos bien la pasta, con fuerza hasta que quede una masa única y todos los trocitos estén juntos unos con otros. Igual que si amasáramos masa de pizza, vaya!!
Ponemos esta masa única encima de un cuenco y la pegamos bien haciendo la misma forma que el cuenco original.
Con la pasta que utilizamos nosotras no hacía falta ni poner crema ni nada sobre el cuenco porque esta pasta de modelar no se adhiere a los plásticos ni vidrios, pero si utilizáis alguna otra pasta mirad en las instrucciones de uso si es necesario poner algo de crema cuando utilizáis un molde.
Y dejamos secar según las instrucciones del paquete de la pasta de modelar.
5-
Cuando está ya seco, lo retiramos del molde y con unas tijeras cortamos los extremos que han quedado más feos, intentando igualar todos los lados.
Y ya esta nuestro nuevo cuenco listo para ser usado. Si podéis, probad a hacer esta manualidad con los más peques de la casa, os aseguro que les encantará!!!
Hasta luego!!! Muackkkkkk
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