Hoy va de recetas de gelatina. Resulta que ahora me dicen que he de tomar gelatina con frecuencia, me hago mayor, ¿es eso?. Este es un alimento muy recomendado a niños y mayores, ¿dónde estoy yo?, porque es muy fácil de comer, con alto nivel nutritivo y numerosas propiedades.
Pues bien, para llegar bien apañada a mayorzota voy a hacer caso al consejo, pero…
¿pudiéndolo hacer diver, vamos a aburrirnos?
noooooooooo
Así que voy a contaros qué inventitos de gelatinas he estado probando. Resulta que mientras pensaba esto mi hermana me envió unas recetitas para animar el plan. No estaban mal, pero como a mi lo que me van son los retos, os contaré mi propia aventura y lo que es más importante: los resultados. Ya os adelanto que alguna sorpresa me llevé, vereis.
Mis premisas auto impuestas:
no quería gelatinas de sobre ultra azucaradas y de sabor artificial, por eso utilicé gelatina neutra, sin sabor
no debían ser engordantes, mmmm, en esto fallé, ayyyy
imprescindible la diversión, originalidad y novedad
más imprescindible aún, crucial: que fueran comestibles
Las indicaciones de la gelatina
se debe hidratar primero en agua
si se hace un plato caliente, la gelatina se disuelve en frio y se le añade el líquido caliente; si el plato es frío se hace a la inversa. No lo entendí porque toda gelatina se consume fría, de lo contrario no llega a adquirir esa textura. Juro que no era una mala traducción, no la compré en los chinos, palabrita de Pángala
Gelatina con gominolas.
Lo que experimenté:
Para la gelatina de gominolas utilicé zumo natural de mandarina. En una copa con varias gominolas añadí la mezcla y me comí seis o siete mientras preparaba, lo confieso ahora, pero es que además me delataba el azúcar en las comisuras de la boca, se notaba.
Lo que descubrí:
la gelatina queda compacta, como la hecha con agua, pero como mas cremosa, no tan artificial, queda una textura agradable.
las gominolas sufren un fenómeno paranormal, cuando introduces algo gominólico, que no es otra cosa que gelatina concentradísima, en gelatina en ciernes, se produce una lucha de elementos en la que una gana a favor de la otra. Me explico: las gominolas que en principio eran mollositas y tiernas se convirtieron en pequeñas y compactas, perfectas para escopetas de perdigones.
me encantó esta mutación gominólica, pero que sepas que al morderlas con las muelas del lado derecho la gominola te salta al lado izquierdo de la boca, y a la inversa lo mismo, no falla.
Conclusión:
la gelatina de zumo de mandarina con gominolas es todo un acierto, repetiré sin gominolas
no apto para niños pequeños, podrían ahogarse con la gominola torpedo, así que cuidadito
Gelatina con chocolate.
Lo que experimenté:
Como le quería añadir trozos de chocolate la base debía ser medio sabrosa, nada de leche aguada y ni cochinadas de esas, así que opté por una mezcla a partes iguales de leche semi y leche líquida evaporada, de esa que va concentrada.
Al echar la mezcla caliente sobre el chocolate, se puede remover para intentar homogeneizar la mezcla y que nos quede una mezcla chocolateada ñam ñam.
Lo que descubrí:
La mezcla de leche normal y evaporada con gelatina resulta en una especie de cuajada, no está mal. Sin embargo el chocolate pese a que se ablanda bastante no llega a integrarse con esta mezcla, le cuesta menos precipitarse al fondo que integrarse en la leche. Yo en previsión y también a la vista de ello, dejé las chucharillas dentro para no perder ni un ápice de chocolate, mmmmm
Conclusión:
si lo que buscas es no cebarte cual cerdita a costa de comer gelatina esta mezcla es absurda. El invento es bueno, pue una vez frío s si tratas de mezclar ambas partes queda una especie de straciatella de pobres que está bien buena
perfecta para niños que comen mal y a los que les guste la leche, la gelatina, sea cual sea, es una importante fuente de proteínas, y esto además está bueno.
Y estos han sido mis juegos gelatinosos, ahora me faltan las hechas con zumo y fruta natural, con zumo sin fruta, infusiones concentradas, refrescos, y todo lo que sea dulce y “postreable”. Esas que llevan trozos de carne y brócoli… va a ser que no, todo en su justa medida y bajo un orden controlado, que vale que es muy sana, pero señores, un poquito de orden.
¿Tú sueles comer gelatinas?, ¿has experimentado o por el contrario te da un poquito de asco su textura?, ¿se las das a tus peques?, ¿te gustan más para observar su temblor que para saborearlas?, ¿alguna vez te las has tragado en una sola y única absorción?
Cuéntamelo todo, plissss, que soy novata en esto
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