Desde que compré mi primera pluma en mayo, mi amor por las estilográficas solo ha hecho que crecer y crecer. Si pensaba que lo único que tendría que hacer era aprender a escribir con ella, estaba muy equivocada. Tener una estilográfica conlleva una gran responsabilidad, jajaja. Al menos así es como lo sentí yo cuando empecé a investigar sobre su mantenimiento, sobre las tintas que podía utilizar en ella… Una pluma no tiene nada que ver con un bolígrafo, requiere un cuidado especial para poder seguir disfrutando de ella y que nos dure muchos años. Por suerte, aunque ese mantenimiento haya de ser más o menos constante, es sencillo. Lo más importante de todo es limpiarla de vez en cuando y hacerlo correctamente.
¿Por qué tengo que limpiar mi estilográfica?
Aunque la tinta que utilizas en tu pluma está especialmente diseñada para ella, es inevitable que deja algo de residuo con el paso del tiempo. Este residuo, por muy pequeño que sea, puede obstruir la salida de la tinta y también afectar al trazo cuando escribes. Así que por eso es conveniente limpiarla de vez en cuando, básicamente cuando se presenta una de estas situaciones:
– Se nos ha terminado el cartucho o la tinta que estábamos usando y queremos cambiar de color. Limpiarla es imprescindible para que el color de tinta viejo y el nuevo no se mezclen, ya que durante un tiempo estaríamos escribiendo con una mezcla de ambos colores hasta que la tinta nueva reemplazara todo residuo de la anterior.
– Hace más o menos un mes/mes y medio que no hemos limpiado nuestra estilográfica (esto también se incluye si la usas a diario).
– Por supuesto, antes de guardar una pluma que no vamos a usar (si en un mes no la has utilizado, vacía la tinta y límpiala) tenemos que limpiar y secar bien todo rastro de tinta de su interior.
¿Si utilizas tu pluma a diario y no vas a cambiar de color también has de limpiarla cada cierto tiempo? ¡Sí! Cada mes y medio más o menos estaría bien. Si tienes más de una estilográfica, es bueno que reserves un ratito al mes en tu calendario para darles un buen baño :)
Muchos piensan que limpiar una estilográfica es un proceso complicado o tedioso, pero a mí me parece de lo más sencillo, y podría decir que me resulta relajante… Y lo mejor, luego viene la parte divertida, que es volver a llenarlas de colores bonitos.
¿Cómo lo hago?
Dependiendo de la estilográfica que tengas y del sistema que utilice para la tinta (cartucho, convertidor, émbolo…) la forma de limpiarla puede variar ligeramente, pero el proceso es básicamente el mismo.
Primero, quiero dejar claro que solo has de usar agua para limpiarla. Nada de lejía, ni amoníaco, ni productos de limpieza, únicamente agua y en todo caso si está muy sucia o si tiene tinta demasiado seca, una mini gota de lavavajillas. Es muy importante que no utilices ningún otro limpiador, porque podrías dañar los componentes de la estilográfica. También existen limpiadores específicos para este fin, pero no son necesarios y es un gasto de dinero bastante tonto.
Para ilustrar cómo se limpia una estilográfica, nada mejor que este vídeo de Goulet Pens, cuyo proceso resumo más abajo. En el minuto 7 se puede ver cómo limpiar una pluma de principio a fin, pero el resto del vídeo también es lo suficientemente interesante como para verlo entero:
Para limpiar tu estilográfica necesitarás un vaso con agua (usa agua destilada si el agua donde vives es muy dura), acceso a más agua para poder rellenar el vaso con agua limpia, y un trozo de papel absorbente o un trapo de tela. Si quieres secar bien el interior de la pluma, también necesitarás un par de bastoncillos de algodón.
1. Primero vaciamos la tinta que quede en la estilográfica (si queda). Puedes hacerlo en su botella original o directamente en el vaso de agua.
2. Vamos rellenando y vaciando la pluma con el agua. Lo haremos una y otra vez hasta que el agua del interior se vea limpia.
3. Para comprobar que ya no queda tinta, utilizamos el trapo o el papel. Si hay rastros del color, repetimos el paso 2 (puedes y debes cambiar el agua cuando esté muy sucia).
Cuando hayas terminado, vuelve a rellenar la pluma con la tinta o cartucho que quieras.
Si tenemos una estilográfica que ha estado sin usarse mucho tiempo y vemos que nos cuesta quitar los residuos de tinta, podemos dejarla sumergida en agua con una gota de lavavajillas durante toda la noche (solo la parte del plumín y el convertidor). Así la tinta se ablandará y podremos limpiarla siguiente el proceso de arriba más fácilmente.
También puedes utilizar este método con una jeringuilla SIN aguja, que es mucho más rápido y que además te servirá para limpiar convertidores y cartuchos usados (que puedes rellenar de nuevo después).
El proceso de limpieza de una estilográfica es en realidad bastante divertido. ¡Siempre estoy deseando terminar el cartucho o la carga para probar colores nuevos! Y tú ya no tienes excusa para saltarte este paso tan importante del mantenimiento de tu pluma ;)