Vamos a necesitar alambre, hilo bramante y unos alicates redondos (bueno, y la planta de aire, la mía se llama argentea). Es muy sencillo: primero vamos a cortar unos 20 cm o menos de alambre. Con él, haremos una espiral y los extremos los pondremos redondos con el alicate, tal y como se ve en la imagen de abajo. Ahora solo pasaremos el hilo bramante por el hueco que hemos creado y después de agarrarlo con un nudo, cortaremos el sobrante. Y listo.
Es discreto, a la vez que muy bonito. El caso es que buscaba una forma de colgar las plantas del aire, ya que son del aire, pues que estén en el aire, pero que no estuvieran agarradas. De esta forma la planta solo está apoyada en el alambre y sus hojas no pierden figura.
Os doy unos pequeños truquitos para cuidar este tipo de plantas, ya que yo me he tenido que aprender la lección porque tengo una.
Se riegan pulverizando agua 2 veces al mes en invierno y 2 veces a la semana en verano, pero ¡ojo! es mejor pecar de secas que de mojadas, porque si están muy mojadas se pudrirán muy rápido, en cambio si están muy secas, las hojas cambiaran y nos avisarán de que les falta agua, pudiendo salvarlas.
Las podéis poner en cualquier sitio, me refiero, ya que no tienen raíces y no necesitan tierra para vivir, podréis ponerlas en conchas de erizo de mar, en cristales, en piedras, en troncos etc... Hay mil ideas en San Google, pero, sin querer tirarme flores, a mí personalmente me encanta esta. Por lo sencilla, lo barata y lo discreta.
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