Curso de amigurumi en Ali de Bali

Por fin! Tengo un amigurumi hecho y derecho en casa y hecho por mí. Hacía meses que me comía por dentro el querer hacer un amigurumi por mi misma. En muchos lugares había visto búhos, cupcakes, sirenas… de amigurumi y estaba deseosa de ver algún curso. Ya que para hacer amigurumis necesitas saber de crochet y en eso como ya te comenté al realizar la pulsera de trapillo no controlo mucho.

Un día hablando con Alicia de Ali de Bali le dije que estaba deseando de hacer un curso con ella de amigurumis y me dio una alegría tremenda cuando me comentó que justo iba a realizar uno la semana siguiente. Por supuesto me apunté, más feliz que una perdiz.



Ali de Bali está en en centro comercial la Bretxa, en la planta de abajo. Fui una de las primeras en llegar. Alicia ya tenía preparada la mesa con las bolsas donde podíamos encontrar todo el material y las instrucciones para hacer el amigurumi pato. Ademas en el centro de la mesa había un cuenco con nubes, un dulce que era imposible resistirse.



Poco a poco llegaron el resto de mis compañeras. Todas chicas, creo que eso de encontrarse algún hombre por estos cursos parece casi imposible. Como cada persona teje de diferente manera, algunas apretamos más y otras menos, Alicia repartió las agujas de crochet según lo que le decíamos y nos fue explicando el paso a paso.

Primero empezamos por el pico del pato y aunque yo ya había realizado algo de crochet me vi un poco pato. Lo que sí nos dijo Alicia y tenía mucha razón es que esto requiere mucha concentración ya que sueles estar pensando: “dos puntos bajos, un punto bajo doble…”. Y si te distraes un poco ya no sabes como tienes que seguir.



Después seguimos haciendo la cabeza y más o menos hacia la mitad llegó la hora de la merienda. Fue un buen momento para dejar de contar y saborear un rico té y muffin. Aunque muchas de nosotras no descansamos mucho porque estábamos deseosas de continuar.



Poco a poco las cuatro horas del curso se terminaron y todas pudimos terminar la cabeza, coserle el pico y ponerle ojos y relleno. Una vez hecho esto teníamos las nociones para poder seguir con el resto en casa.

Antes ya he comentado como cada una teje con una tensión diferente y para comprobarlo nada como ver estas cabecitas de pato. Algunas al hacerlo más flojo usaban más lana por lo que antes de marcharnos Alicia nos dijo que si alguna de nosotras necesitaba más lana o relleno para acabar que nos pasásemos por la tienda y que nos lo daría.



Tras acabar el pato en casa, estaba tan deseosa de hacer otro proyecto de amigurumi. El tema es que Alicia ya nos comentó algunos lugares para conseguir el material pero a mi se me habían olvidado apuntarlo. Pues fue cuestión de escribirla y al poco rato ya tenía la contestación, aclarándome que si tenía alguna duda más le preguntase. Vamos que un gustazo de curso y de profesora!

Y aquí esta mi pato acabado, campando a sus anchas. Que mono es!!





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