Empezamos este año, porque para mi, desde que era estudiante, empieza el año en septiembre y termina en agosto, es como si empezáramos una nueva temporada y lo hago enseñándoos un cuadro que os explico ahora como lo he realizado.
Es una fina madera de 20 cm x 20 cm que he aprovechado para transformarla en un pequeño cuadro.
Lleva varias técnicas,como son, imitación de tablillas, decoupage, sellos, envejecido...
Lo primero, como siempre preparar la madera para poder trabajar con ella, una lijadita y pintarla de color blanco roto.Muchas veces me han preguntado que es el blanco roto.
El blanco roto, es el color blanco, digamos matizado, es decir, un color blanco al que se le añade unas gotas de negro o de gris y se consigue un color blanco mas natural, ligeramente gris. Es un blanco que sin perder la luminosidad, combina mucho mejor con otros colores y digamos se matiza mas y no es tan llamativo.
Una vez seca la pintura, lije por ciertas zonas para sacar parte del color de la madera, muy sutilmente. Así conseguí hacer como sombras.
Os lo he señalado con unas flechas, para que lo veáis mejor.
Luego hice la imitación de tablones.
Para eso, con un cutter y la ayuda de una regla, hice las divisiones arañando la madera
Con un pincel de cerdas suave redondo y pintura acrílica color chocolate, fui marcando todas las lineas.
Con la misma pintura, dibujo una linea de medio centímetro, todo alrededor de la tabla, a modo de marco y con un pincel biselado hice las sombras de todas las divisiones y del borde.
Una vez terminada toda la base, empecé con los adornos.
En el centro, pegue un cuadrado de papel corrugado que pinte, con la técnica del pincel seco,también en blanco roto y envejecido por los bordes, con la misma pintura de color chocolate.
La técnica del pincel seco, consiste en impregnar con pintura un pincel, preferible de cerdas duras y descargarlo mucho sobre un trozo de tela o papel y que nos quede el pincel,digamos, como manchado ligeramente de pintura. Dejar apenas pintura sobre el y con pinceladas suaves y rápidas ir dando destellos sobre la superficie en la que queremos trabajar. Yo le dí varias pasadas para conseguir que el papel corrugado se quedase casi blanco, pero no del todo, dejando así zonas sin pintar.
Sobre este papel, puse un trozo de cartón grueso, que rasgue con los dedos.
El rasgarlo con los dedos, fue para conseguir ese efecto que podéis apreciar en los bordes tras el envejecido.
Lleva hecho un decoupage con la imagen de una flor en papel de arroz.
Envejecí todo el contorno con la pintura color chocolate.
Pegue unas pequeñas flores de papel de arroz, para dar un toque de color y estampé unos sellos en algunas zonas.
Los ellos están estampados con la misma pintura acrílica color chocolate que he utilizado en todo el cuadro.
Todo está protegido con barniz en spray.
Una pequeña tablilla, que como veis ha dado mucho juego.
Espero os haya gustado y como siempre que os sirva de inspiración.
Gracias a todas por seguir ahí y por demostrármelo en cada comentario.