Para hacerlo solo necesitáis:
-Palos de helado y/o palos de médico (depresores). Tened en cuenta que estos últimos son más anchos y largos, con lo cual el copo os quedará más grande en proporción.
-Pegamento adecuado para madera.
-Elementos para decorar (opcionales): washi tape, pintura, botones, purpurina, lo que se os ocurra.
En la red podéis encontrar varios modelos de copos hechos con esta técnica. Yo he elegido estos dos, pero podéis buscar otros que os gusten más o inventarlos vosotros mismos.
Este primero lo hice con depresores, y el otro con palos de helado para que veáis la diferencia. En teoría este es más pequeño, pero al utilizar los palos más grandes me han quedado los dos mas o menos del mismo tamaño.
La gata estaba de paso.
Como algunos de mis palos vienen pintados de colores, creo que voy a dejarlos así y no recargar más la decoración. Pero si solo tenéis palos en color natural, podéis hacer decoraciones divertidas: pìntarlos todos de un mismo color, poner purpurina, pegar botones... La imaginación es libre.
Ya sabéis, una tarde lluviosa no es excusa para no pasarlo bien con los niños.