En primer lugar, hay que calcar sobre la cartulina la ilustración deseada y perfilar el contorno de las figuras con un cúter. Estas se apoyan sobre la tela y se sujetan con cinta de papel. Se aplica a toda la superficie la esponja con un color siena natural (castaño oscuro) y una pizca de rojo óxido, se retira la plantilla y se deja secar.
Este paso se repetirá tantas veces como plantillas se quieran poner con los demás colores, dando lugar a una mezcla de estampados sobre los que se pueden trabajar las luces a través de la aplicación de los tonos correspondientes.
El negro y el magenta dan profundidad; el blanco y el amarillo despejan el espacio. Después de la aplicación de cada plantilla, se extienden los trazos con el papel blanco con la pintura aún fresca si se quiere crear sombras y degradados.
Por último, se delinean los contornos con los pinceles, se deja secar el cojín durante 24 horas y se fija la pintura con la plancha caliente sobre el revés de la tela.
¿Os gustaría probar?
Fuente: Blog Pintura en Tela