En su día fue una preciosa lámpara, sencilla que ocupaba su perfecto espacio en un salón lleno de estímulos. Pero con los años, fue siendo relegada de un lado a otro, hasta terminar en la entrada de mi casa. Durante mucho tiempo la sometí a muchos meneos porque está colocada en un mueble que era perfecto para hacer fotos :). Así que me pasaba todo el día quita y pon, hasta que la pantalla se rompió. Entre eso y que su aspecto era demasiado sobrio, decidí hacerle un cambio de look total.
Para hacer un cambio como este si te animas, vas a necesitar:
- pintura y pincel
- tela
- papel de estraza o cartulina
- tijeras
- cola blanca o pegamento para tela
- pinzas para sujetar la tela a la pantalla
Lo primero que hice fue sacar el patrón. Coloqué la pantalla con cuidado sobre el papel y fui dibujando el contorno, haciéndola girar. Después pase el patrón a la tela y la corté dejando un centímetro de más todo alrededor. En mi caso, el trozo de tela que tenía no me daba para sacar una única pieza, así que lo hice en dos. Se pueden coser o planchar los laterales para que sea más sencillo pegarlos después a la lámpara.
A continuación coloqué la tela sobre la pantalla, sujetando con pinzas, para comprobar cómo quedaba y empecé a pegarla. Empecé pegando un lateral y después fui uniendo la tela a la pantalla desde el centro del aro inferior hacia los extremos. Después hice lo mismo con el aro superior y terminé con el otro lateral. Como tenía dos piezas de tela, la otra la uní siguiendo el mismo proceso, pero esta vez, los laterales irían medio centímetro por encima de la tela que ya estaba pegada, y haciendo un dobladillo para que no se viera el corte de la tela.
Para terminar, di una mano ligera de pintura a la tiza sobre el pie de la lámpara. Al ser de madera sin tratar, no me hizo falta lijar antes. Di varios brochazos sin mojar mucho el pincel para que no se cubriera toda la madera, y así dejar un aspecto envejecido. Por último di una mano de cera para madera y... listo!!!
Qué os parece la transformación?
Un besazo!!