La mayoría de las mujeres tenemos bastante bisutería, y algunas tenemos muchísima. Y ahí empieza el problema. O tienes una caja con todo al revoltijo, o intentas organizarte con varias cajas más pequeñas donde ir seleccionando por color, forma, ocasión,… No estáan a mano y siempre alguna caja queda relegada al fondo, con complementos que ni recuerdas que tenías.
Yo encontré la solución aprovechando una puerta que no uso, la del baño de mi dormitorio, que suele estar abierta para evitar humedades. Así que los organizadores de la pared quedan tapados por esta puerta, que solo uso cuando quiero ponerme algo.
*Materiales:
-perchas y puntillas para los collares
-barra de cortina a medida con remates para las pulseras
-marco y tela metálica o rejilla para los pendientes
-cola blanca, agua, pincel, barniz y papel decorado (de regalo os vale)
-escarpias, martillo y algo de tanza
-grapadora, grapas y tijeras
*¡Manos a la obra!
-Lo primero es forrar las perchas y las barras con el papel decorado. Se diluye la cola con agua en un cuenco (mitad y mitad) y con el pincel se va pegando. Una vez seco, se da una mano de barniz para proteger el papel.
-Cuando se seque el barniz, solo queda clavar las puntillas a la percha. El número de puntillas dependerá de cuántos collares tengáis que colgar.
-El marco y la tela metálica podéis dejarlo tal cual o pintarlo. Yo lo pinté con témpera roja, ya que la rejilla era rojiza también. La rejilla se sujeta con grapas por detrás y se corta el sobrante.
-Ya solo queda poner las escarpias. Una por percha, dos por barra, y una para el marco. El marco como es más práctico (no se os caerá menos al coger los pendientes porque os dará mucho ángulo para separarlo de la pared) es colocarle tanza de esquina superior a esquina superior, y después colgarlo de una escarpia.
*Y bueno este es el resultado. A mí me ha solucionado mucho, es superpráctico, queda disimuladito en la habitación y lo tengo todo a mano. Lo único que queda es ir teniendo paciencia para colgarlo todo poco a poco.