Hoy os quiero mostrar la mesa dulce que monté para la comunión de mi hija. Siendo tan DIY y recicladora como soy, me propuse hacerlo todo yo misma con materiales reciclados que tenía por casa...o casi.
Esta ha sido la ocasión en la que por fin me he alegrado de tener tantas latas, tarros, cajas de fresas, etc acumulados en el trastero...ya que como veréis, estos materiales son fundamentales en el "menaje" de la mesa dulce..
En una mesa dulce, cuando no se es ningún experto, el secreto es elegir dos tonalidades de color y ceñirse a poner chuches de esos colores. Así todo parecerá súper conjuntado e ideal.
Y como se lleva todo lo rústico y hand-made, pues no hace falta tener una cristalería maravillosa sino que nuestras latas y tarros, convenientemente decorados, nos servirán.
Os cuento cómo lo he hecho...componente a componente...
Carrito central:
- caja de fresas pintada con chalk paint blanco de La Pajarita a la que le serré los palos de las esquinas
- Las ruedas son tapas de tarros pintadas en color verde mint también de la Pajarita, pegadas con silicona caliente.
- La rellené de rafia natural a modo de paja
- Dentro puse unas bolsas de chuches personalizadas también DIY
Arbolitos:
- La maceta es una lata decorada con papel y blonda
- Dentro puse piedras para que aguantara el peso
- El palo es uno que tenía que me sobró del carrito camarera, pintado hasta la mitad con Chalk Paint rosa (La Pajarita)
- La copa es una bola de corcho del chino a la que he clavado las nubes verdes o rosas con palillos. Conviene pegarlas además con algún pegamento comestible, ya que si no, se caen al cabo del tiempo (os lo digo por experiencia...)
Latas con brochetas de chuches:
Lata pintada con Chalk Paint blanco y personalizada con cordón natural y pegatina redonda con el dibujo del recordatorio que yo misma imprimí. Dentro puse unas piedras y corcho donde clavar las brochetas, que hizo mi hija. Luego más rafia para dar ese aire campestre
Caja de fresas con chuches (lenguas, las favoritas de mi hija):
Pintada de blanco y con un papel de seda de Ikea que tenía por casa
De mantel puse un tul blanco que en realidad era una cortina de Ikea que tenía sin usar, y luego coloqué un banderín con el nombre de mi hija, pero que no sale en las fotos.
Para completar, el resto de las chuches las coloqué en tarros de cristal decorados con blondas.¡ La verdad es que las blondas dan mucho juego!
La verdad es que me encantó trabajar en un proyecto así y me lo pasé genial con mi hija montando todo. Eso sí, no había comido tantas chuches en bastante tiempo...;) Y da una gran satisfacción crear algo bonito con materiales que normalmente van a la basura. Si te apetece ver más propuestas de reciclaje pincha aquí
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