Materiales:
Un vaso de harina fina de maíz (maizena)
Tres cuartos de cola blanca (un poco más de la mitad del vaso)
Una cucharada a escoger entre aceite de bebé, crema para las manos, glicerina liquida ó vaselina.
Un recipiente
Un palito para remover
Pinturas acrílicas o vegetal para dar color a la porcelana fría.
Papel flimBueno pues lo primero es poner en un recipiente la harina de maíz, la cola, y en mi caso he usado aceite de bebé.
Primero mezclo con un palito y después amaso con las manos.
Es importante amasar bien la masa. (si os queda muy blanda se soluciona añadiendo más harina de maíz, y si os sale muy dura añadís más cola blanca.
La porcelana fría está en su punto cuando ya no se pegue en las manos y se estire como un chicle. La dejamos reposar una media hora y la envolvemos muy bién en papel film procurando que no quede aire dentro, y se guarda en el refrigerador. Mi consejo es que no utilicéis la porcelana fría para trabajar hasta el día siguiente, ya que se maneja mejor la masa.
También deciros que cada vez que valláis a trabajar con la porcelana, hay que amasarla un poquito en las manos para ablandarla un poco y ser manejable. La porcelana fría se conserva más o menos dos semanas en el refrigerador. Los trabajos realizados se secan al aire por dos días.
Para dar color a la porcelana fría se puede utilizar pinturas acrílicas ó vegetal (de repostería), yo uso pinturas acrílicas. Se pone un poquito a la porcelana fría y se amasa bien para mezclar el color.