Bueno, quien dice mío dice de mi hija, pero eso es otra historia (conocida por todas las madres del mundo mundial).
Me encantan los collares baberos y los collares étnicos, sobre todo para el verano, y éste es tan sencillo que merece la pena.
TENÉIS EL PASO A PASO EN MI BLOG, MADRES HIPERACTIVAS.
El collar se hace con el mismo esquema que la pulsera en espiral que os enseñaba en esta entrada.
Y ya tenemos terminado el collar, ¿a que queda chulo?
El material utilizado es muy barato y fácil de conseguir, así que todas podemos hacernos nuestros propios collares.
Por cierto, alguien (como anónimo, claro) me dejo un mensaje diciendo que gracias a gente como yo los chinos nos comerán. Que no, que el mérito no es mío, que más quisiera yo que tener tanto poder.
Lo que sucede es que si en un bazar chino venden 4 cierres a 0.50 euros y en una tienda de la localidad (o de la red) cada cierre (exactamente igual) es a 1,5 euros, o la tienda es mía o la decisión es clara.
Lo mismo sucede cuando os recomiendo algo de Lidl, o de otro tipo de tiendas. A igualdad de precios y productos no hay problema, pero no están los tiempos para comprar más caro (realmente, para mí nunca han existido esos tiempos).
Evidentemente, hay muchos productos para los que no os recomiendo los bazares chinos (hilos, lanas y telas, por ejemplo), pero la cola de ratón, los abalorios, los cierres, los discos kumihimo (0.60 euros frente a 4 euros en una tienda de abalorios) merecen la pena.
Y, por cierto, también compro telas directamente en América y no tengo miedo a que nos invadan (bueno, ya lo hacen con las series de televisión, que también sigo en lugar de las españolas, lo siento).
Sucede que, como buena ama de casa (si mi marido lo ve se parte de risa) estoy acostumbrada a comparar precios y no comprar lo primero que veo.
Y, desde luego, si queréis comprar los mismos productos en tiendas que conozcáis me parece estupendo, sólo os pongo donde lo compro como indicaciones para las que me lo preguntáis.