Recurerdo a mi abuela sentada en su butaca y pasando las horas haciendo ganchillos, siempre con las colchas para sus nietos. Con una sola podía estar muchos meses, por lo que me parece un trabajo manual excepcional.
Esta que os muestro es la que hizo para mi, y ahora luce sobre mi cama así de bien.
A mi me parece una pieza única e irrepetible, además estoy segura de que a ella le hubiera gustado verla puesta sobre mi cama después de tantas horas dedicadas, y a mi me hace feliz tener esa parte de ella que tanto recuerdo.