Hoy, como trabajito sencillo de tiempo de vacaciones os traigo una antigua cesta de mimbre renovada para el baño.
La pobre tenía muchos años y estaba toda desvencijada. Era oscura, azul oscura.
Y con ganas de dar alegría y luminosidad al baño, también en azules, pues qué mejor que aclararla hasta el blanco. Tampoco quería que fuera blanco puro, así que, tras cepillarla y limpiarla, decidí pasar la cera de una vela para pintar encima y luego desgastar y que saliera ese antiguo azul.
Hecho. Para pintarla, probablemente lo ideal habría sido pintura en spray... pero no tenía. Así que tira de pincel, y pintar con pintura a la tiza.
Y como tenía pensado, pasé la lija para que resaltara un poco el fondo azul oscuro. Pero oye, ni vela, ni nada, allí salió enseguida el mismo mimbre. Eso sí, la pintura blanca en origen se tiñó en algunas zonas del azul original, dándole cierto toque violeta... jejeje... Pero yo, ¡encantada!
Como estaría en el baño, para proteger de la humedad le di un par de capas de barniz mate.
Y para rematar, pasé unos restos de una puntilla pequeña por alrededor y terminé con una pequeña lazada en el centro.
Aquí ves el resultado. Ahora resalta mucho más sobre la encimera azul y sigue cumpliendo su función para almacenar jabones y esas muestras que regalan a veces...
Espero que te haya gustado. Ya ves que es algo muy, muy sencillo de hacer, y que puede alegrar un pequeño rincón antes oscuro.
Si andas por ahí, me encantará recibir algún comentario. Y si ya pinchas en G+1 (como nos recomendaba Anna en su último "Aprendiendo de todo un poco"), pues ya, completo.
Mil gracias por seguir ahí
¡¡Besos!!