Me encanta el rojo, y cuando un día paseando por Barcelona vi éste, me enamoré de él, fue lo que se puede decir un flechazo; ahora tan sólo tenía que pensar como quería decorarlo. Busqué un montón por la red y en ella en él encontré la inspiración.
Me apetecía una personalización "total", por eso empecé a buscar fotos mías y de mi familia; encontré unas que me encantaron, antiguas, antiguas, en una está mi mami cuando era una adolescente y en las otras yo cuando era una niña.
Uní 3 telas mediante la técnica del patchwork, en tonos rojos para seguir las tonalidades de las asas y el cierre que ya tenía el capazo. A continuación apliqué las fotos, haciendo un bordado a su alrededor que siempre me había gustado pero nunca había encontrado el momento y lugar de utilizarlo. Puse una puntilla, un toque romántico que me parecía que iba perfecto aquí. La puntilla era blanca, pero aquí no encajaba, así que la teñí con té para darle ese color añejo que tanto me gusta. Y como último paso, fijé el conjunto al capazo, una labor un poco durilla, pero valió la pena.
¡Espero que os guste!. Hasta la próxima entrada.
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