Se celebra de norte a sur, de este a oeste y, personalmente, a mí todo lo que es festivo y divertido me encanta!
A mis niñas les pidieron que llevaran una calabaza cada una a clase. Luna no podía llevar ninguna que no fuese de verdad.
Me dijo que la necesitaba para el viernes, así que el miércoles al salir de clase de Corte compré una para tallársela el jueves y cual fue mi sorpresa cuando el jueves a las 7,30 de la mañana, sin previo aviso, me dice que necesita llevársela ese mismo día, que les habían cambiado la fecha. Así que saqué un cuchillo y me puse como loca a vaciarla. Y qué duras están por dentro!! En 20 ,minutos no tuve para mucha floritura pero creo que aún con las prisas quedó medianamente bien.
Eso sí, nos salió mal la jugada por que pensábamos que la traería esa tarde y la podría llevar Eva al cole al día siguiente pero... no!!! Se quedó expuesta en el insti así que me tocó salir corriendo a comprar tela para improvisar otra para mi peque, que a Dios gracias, podía estar hecha de cualquier material.
Me puse a coserla a mano a las 12 de la noche del jueves, la llené con la borra de un cojín estropeado del jardín. Lo malo fue que estaba muy apelmazada y me toco "esponjarla" antes de rellenar para que no se notaran bultos, y con lo grande que era el trabajito me llevó un par de horas.
Para que os hagáis una idea del tamaño... aquí la tiene mi marido en brazos.
Aquí casi pasa por una de verdad.
Y para ver la parte medio llena del vaso y no sólo la parte estresante, lo bueno de ésta es que no se pudre y ahora la usa Eva para no sentarse en el suelo mientras juega en el cuarto de estar.