Todas las tejedoras tenemos una base de datos en nuestra mente. Entre otras muchas, hay dos clasificaciones básicas:
A) Proyectos que estoy deseando tejer y no encuentro el hilo adecuado.
B). Tengo el hilado perfecto para un patrón que está por llegar.
El jersey Sardinia estaba en la primera categoría. Compré el libro en el que salía este patrón cuando todavía vivía en Oporto (hace ya cuatro años) y no había encontrado el momento adecuado para tejerlo. Hasta hace apenas un mes. Buscando proyectos interesantes para el CAL de Verano, esta prenda apareció en mi búsqueda.
Cuando empecé a pensar con qué hilo lo tejería, tenía claro que quería algún color neutral (me debo estar transformando), que pudiera combinarlo con cualquier otra prenda. Algo fresco y veraniego. Me fui al cuarto de las lanas (quien haya estado en nuestra oficina sabe de lo que hablo) y busqué algo que se ajustara a mi criterio. Et voilá, Lamana Cosma. Me decanté por este gris perlado. El porcentaje de modal que incorpora este calidad le da un tacto sedoso y un brillo sutil. Además, la caída de esta calidad ya la había apreciado en prendas de mis alumnas y deseaba probarla.
Volviendo de nuevo al proyecto, diré que fue un placer tejerlo. Cierto es que habitualmente los patrones de ganchillo de prendas (escritos con la terminología estadounidense o inglesa) están redactados y no incluyen un esquema del motivo principal. Esto provoca que las tejedoras no habituadas con el inglés sean reticentes a tejer este tipo de prendas. Pero por suerte, las ganchilleras son bastante intuitivas y con apenas unas señas consiguen sacar adelante el proyecto (véanse las fotos de las tejedoras del CAL).
La prenda está diseñada para tejerla en dos partes. Tras coserlas, se realizan los remates de cuello y mangas. Como en otras ocasiones, opté por modificar el patrón y tejerlo en circular. En la primera parte de punto bajo del cuerpo el jersey devoraba ovillos. Por suerte, en la parte del calado se le apaciguó el apetito.
Antes de comenzar con las mangas, se realizan unos aumentos para dejar la manga un poco más caída. Integré en el jersey estos aumentos para mantener esa forma. Si os interesa, en el CAL os mostraremos cómo hacerlo. A partir de ese punto, todo fue bastante rápido. Aunque tuve que adaptar el modelo a mi tensión, pude seguir las instrucciones para realizar el escote del delantero y la espalda. Están muy bien explicadas y redactadas: me sorprendió gratamente.
Una vez terminadas las dos partes, cosí la costura de los hombros y comencé a hacer los remates. Por el contrario, esto no estaba muy bien explicado. En primer lugar, en la parte del escote recogí los puntos y tejí las vueltas indicadas adaptadas a mi muestra. Quedaba mal y desmerecía el resto del modelo. Lo deshice y opté por ir realizando unas disminuciones graduales como si de un canesú sin costuras se tratase. Añadí una vuelta en color blanco inspirada por el curso que había hecho con Adriana de Miga de Pan (ya os contaré más adelante).
Al realizar estas disminuciones, conseguí que se adaptase mejor al cuerpo y que quedara en consonancia con el resto de la prenda. De manera similar, realicé las mangas: recogí menos puntos de los recomendados y también tejí bastante menos vueltas de las indicadas porque quedaban muy rígidas y sin gracia. Por último, para culminar los remates, añadí una vuelta de cangrejo para que quedara más pulido el borde.
Son pocas las prendas de ganchillo que tengo de vestir. No tengo nada en contra de ellas pero me cuesta encontrar alguna que me guste tejerla para mí. Siempre busco prendas sencillas, con motivos discretos y muy cómodas. Los patrones de punto creo que son más actuales y han evolucionado más y mejor que los de ganchillo. Pero eso es tema para otra discusión.
En cualquier caso, todos los modelos de Marie Wallin que recoge el libro en el que se editó este patrón son una buena muestra del empeño de los diseñadores por renovar el ganchillo. Es un patrón totalmente recomendable.
Si te ha seducido la prenda, todavía estás a tiempo a participar en el CAL, en el que te echaremos una mano para descifrar este patrón.
TÉJELO CON…
En el repertorio de nuestra tienda online, hemos escogido dos de las calidades de Lamana: Lamana Ica y Lamana Cosma, dado que sus cartas de colores son fantásticas para la época estival.
Para tejer este proyecto, necesitáis un mínimo de 9 ovillos si tejéis la talla más pequeña o de 11 a 12 ovillos para la talla más grande. Como siempre os comentamos, estas cantidades son aproximadas: la cantidad total puede variar en función de vuestra tensión. Cuanto más apretado hagáis el punto, más hilo necesitaréis y al contrario.
Ver también:
CAL La Maison Bisoux ? Verano 2014.
CAL La Maison Bisoux ? Verano 2014: Instrucciones.