Para pintarlas tenía chalk paint azul y rosa, pero los otros colores eran todos de pintura acrílica. Quería conseguir el efecto chalk paint en todas las cajas, ya que me gusta el efecto mate que tiene y es mucho más cubriente al pintar. Así que me hice con aguaplast y procedí al experimento: chalk paint casera.
La proporción la hice a ojo, no se deciros cantidades exactas (en algún blog he leído una cucharada de aguaplast por cada taza de pintura, pero aun así me parecen medidas bastante laxas). En un recipiente aparte vertí un poco de pintura acrílica y fui añadiendo aguaplast hasta que me pareció que la textura era similar a lo que quería conseguir. Eso si, no hagáis demasiada cantidad porque el sobrante lo tendréis que desechar. En cuanto empieza a secar el aguaplast (y seca bastante rápido), la mezcla ya no sirve.
En la primera que hice no conseguí al 100% el efecto mate del chalk paint, pero me gustó el resultado. De esa pintura amarilla, aplicada tal cual, habría necesitado bastantes manos para cubrir por completo las letras que traen las cajas de fresas. Con la mezcla de aguaplast, con un par de manos me quedó bastante aceptable. Dejad pasar un par de horas entre una mano y la siguiente.
Y ya solo quedaba ponerle un vestido bonito.
Para el exterior utilicé telas con estrellas pequeñas, que he combinado con diferentes telas en el interior.
La pintura morada la conseguí mezclando rosa y azul.
Ahora tengo todas las cosas del escritorio recogidas y mucho más espacio de trabajo libre.
Y un plus. La tutora de mi hijo mayor se traslada de colegio, así que el año que viene no estará con nosotros. Como despedida, hice esta cajita para ella.
Espero que os hayan gustado. Y ya sabéis, si tenéis algún resto de pintura acrílica, podéis aprovecharla para hacer chalk paint casera y conseguir ese efecto tan bonito.
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