Decorar cajas de madera es una tarea que me encanta. Generalmente las pinto y después las decoro con decoupage, sin embargo, esta vez he decidido hacerla diferente. He usado telas sobrantes y pintura a la tiza. Para que la tela no se ensucie y se pueda limpiar la caja con facilidad, he optado por poner un forro de libros adhesivo sobre la tela, de esta manera queda plastificada.
Ahora luce preciosa una caja, decorada con telas que de otra forma estarían ahora en la basura u olvidadas en algún cajón, y el resto de aquel forro de libros que una vez compraste, habrá vuelto a ser útil.
De nuevo, comparto este trabajo en 1 +/-100, Desperdicio 0 que mi amiga Marisa G. lleva a cabo desde hace mucho tiempo y donde siempre estoy encantada de participar.
MATERIALES
1 caja de madera (la mía era de vinos)
restos de telas
forro de libros (adhesivo)
pintura a la tiza
pegamento para telas
MODO DE HACERLO
Si es necesario, lija la caja para que la madera quede fina y sin imperfecciones. Pinta con la pintura a la tiza elegida, yo di dos manos. Deja secar bien entre una y otra.
Pega la tela con pegamento para telas. Corta el forro del mismo tamaño que las telas. Ponlo encima de ellas. Coloca sobre el plástico un papel de horno o tela de algodón, que lo cubra bien y pasa la plancha con calor medio. Así quedará mejor pegado.
Alrededor de las telas coloqué una puntilla pegada con pegamento para telas.