Este mes, como ya vuelve a pleno rendimiento toda la actividad, y hay muchos proyectos que ir avanzando, he decidido probar una organización diferente, a ver qué tal resultado me da.
Primero, he preparado una página que incluye un calendario con los 20 días laborables que tiene el mes, y un listado de tareas (cada tarea es un proyecto), donde puedo ir marcando los días que trabajo en ellos.
Luego, el resto del mes, he seguido usando la vista semanal, que es la que mejor me funciona (la diaria implica demasiado trabajo y me resulta poco eficiente por ahora). Pero en vez de ser un simple calendario semanal, lo he dividido en dos columnas. Una primera, los imprescindibles de la jornada, es decir: todo lo que tiene que quedar resuelto, sí o sí, antes de cerrar.
La otra columna, son otros temas que podría avanzar ese día si me da tiempo, pero no es imprescindible que sean en ese momento.
No lo muestro en el video porque no es novedad, pero acabo el mes con una hoja de registro de resultados en redes sociales, que me resulta útil para los informes que realizo luego.
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