Después de darle imprimación para superficies difíciles y unas capas de pintura para tapar los motivos azules porque sino era imposible coordinar las fotografías de los jugadores de forma armónica, llegó el momento de pegar las imágenes
El siguiente paso era decorar la peana que servía de soporte al balón ya que se pretendía que fuese un recuerdo para el entrenador y que pudiese reposar en una estantería sin problema. Se pintó el rótulo de campeones y se hizo una placa de madera dedicada para el mejor entrenador y el resultado fue este
Ahora...a por la póxima temporada