Todo lo bueno se acaba, ¿no? Y esta es mi última aportación a las 24 ideas... porque ya se acercan los días de fiesta. Estos días son esos últimos momentos de estrés, de horas que vuelan, de escapadas rápidas a comprar "una última cosa que me he olvidado" y de muchos nervios.
Por eso lo que te traigo hoy es una manualidad fácil y rápida, que tanto te puede servir para entretener a los niños mientras haces los últimos preparativos como para decorar la mesa antes de que lleguen los invitados. (Yo siempre digo eso de los invitados aunque estos días de Navidad no hago ni una sola comida en casa. Pero vamos, siempre puedes llevar los arbolitos para decorar la mesa allá donde te hayan invitado.)
Es muy fácil y si hiciste los cupcakes de Carla, de hecho ya tienes la primera parte hecha, sacada directamente del primer libro de Demodé.
Venga, vamos allá. Coge una hoja de papel cuadrada y verde. Si tu hoja tiene un solo lado verde, como en nuestro caso, deja la parte verde arriba y la blanca abajo. Dobla a la mitad para marcar una cruz en el centro del papel.
Acompaña con los dedos esos pliegues y crea un rombo. Bueno, cuatro rombos cuyos dos lados superiores serán los dobleces en forma de cruz que hemos hecho al principio.
Abre los lados de esos rombos y aplástalos. El lado del rombo tiene que coincidirte con los pliegues que quedan por debajo.
Repite lo mismo con todos los lados.
Corta la parte de abajo.
Haz cortes paralelos en todas las hojas.
Dobla esos cortes hacia abajo, creando poco a poco las ramas de tus árboles.
Ya lo tienes. Bonito, fácil y muy resultón si haces varios de diferentes colores y tamaños.