Ya de camino a casa y los tres tambores de detergente en el coche, mi marido no paraba de cantar la canción del bote de colon, de repente nos habíamos trasladado a otra época de nuestra vida ya olvidada aquellos maravillosos años, aquellos maravillosos años que nos conformábamos con muy poco y la creatividad fluía dentro de nosotros, de nada hacíamos mucho! hasta el punto que no necesitábamos mas y éramos felices.
No es el trabajo que realizamos lo que perdura en el tiempo, sino la afición que estará a nuestro lado para siempre.
*Los que vivimos en los 80 recordamos con cariño la canción que compuso Carlos Berlanga: quiero ser un bote de Colón y salir anunciado por televisión! ¡Quiero ser un bote de Colón y salir anunciado por televisión! ¡Que satisfacción ser un bote de Colón! cantada por Alaska y los Pegamoides.