Tengo que decir que el diseño de este cuadro me ha sido muy difícil. Cuando quieres tanto a una amiga, que hace tantos años que la conoces, sabe muy bien lo que quiere y cómo tiene que combinar y para rematarlo, es artesana/manitas/sus-labores como yo... ¡OLE! Hay que darle al coco y estar a la altura.
La habitación de Anna, como visteis con las letras en madera o el móvil de techo de estrellas que le hice, está ambientada en tonos lilas rosados, con muchas estrellas, alguna mariposa y motivos que perduren al crecer.
Su madre y amiga mía, Marta, me decía que tenía manga ancha para hacer lo que yo creyera, pero la conozco... y como yo, sabe muy bien lo que le gusta, cómo le gusta y en qué cantidad. Así que esta vez el cuadro no es sorpresa, porque lo hemos ido diseñando juntas. No se aprecia bien, pero el fondo es de la misma tela que Marta le hizo unos cojines en la habitación de Anna y en la mitad he puesto una puntilla, que le da un toque romántico, pero que no se pasa.