Mis niñas y yo tenemos por costumbre cada año reunirnos un fin de semana, sólo nosotras, un finde para recordar todo lo que hemos vivido juntas, reirnos, hartarnos de comer, reirnos otra vez, volver a comer, contarnos cómo nos va la vida, seguir comiendo, reirnos aún más, comentar los planes que tenemos para el futuro, comer de nuevo, bailar, comer, cantar con el karaoke, jugar a juegos de mesa e intentar meternos todas a dormir en una misma habitación por muchas que haya en la casa y por muy pequeña que sea. Lo pasamos bomba esos días y salimos para volver a casa rodando jajajaja.
Una de las veces que quedamos quise tener un detalle con ellas, mis amigas o lo que es lo mismo mis bichos, mis ovejas, así que una noche antes de nuestra quedada anual me puse a "ganchillear" como una loca y salió un broche que como no podía ser menos y haciendo honor a nuestra pandi tenía que ser una OVEJA. ¡Es sencillísima de realizar!.
Se hace una flor de ganchillo, en este caso de ocho pétalos, se corta la carita y las patitas de fieltro, se cose los ojos y la boca, un toque con colorete en los mofletes, se pone un imperdible por detrás y ¡listo! ya está la oveja terminada.
Este año aún no hemos puesto fecha para nuestra reunión de ovejitas, así que desde aquí hago un llamamiento "beeeeeee niñas beeeeeeeee ¿cuándo quedamos? beeeeeee". Además que este año va a ser uno de los más especiales para todas ya que en unos días nacerá nuestro primer "corderito" y estamos deseando verle esa carita, besuquearle y darle achuchones, ¡así que no te hagas mucho de rogar pequeñajo!.
¡Os quiero mucho fitas!
Un beso