Mirad, los rosales están a pleno rendimiento
Yo creía que los rosales eran algo delicadísimo que no podría tener en casa, pero no sé si es que he elegido las variedades que mejor van al clima de mi casa, o que la clase de tierra que tengo es justo la que a ellos les gusta, pero me regalan todos los años una gran cantidad de rosas con las que hago los ramos que ya os he mostrado en alguna que otra ocasión. No puedo por menos que estar agradecida. También estoy agradecida a este árbol que me encanta, es un ginko biloba. Lo compramos porque vimos en un programa de la televisión que la infusión de sus hojas es buena para la memoria, y en esta familia de despistados nos iba a venir bien... El caso es que al comprarlo nos dijeron que es de crecimiento lento, lo que no imaginamos era que fuera taaannn leennntooo... Pero da igual, porque en primavera y verano nos deleita sus hojas en forma de abanico que son una preciosidad
La siguiente foto no es muy bonita, es el huerto que este año tenemos abandonado. El huerto nos ha dado otros años muchos tomates, pimientos, calabacines, zanahorias, judías, guisantes..... pero este año no hemos podido plantarlo
Bueno, diría que así la tierra descansa un año, pero no sé si será posible, con la cantidad de hierbas que han brotado solas. Incluso ha brotado una mata de calabacín, de alguna semilla que quedó del verano pasado y ha estado todo el invierno bajo tierra esperando temperaturas templadas para comenzar a crecer. La podéis ver arriba del todo en la foto.
Quizá la visión del huerto abandonado hace que me alegre más al pensar que al menos comeremos peras, ciruelas y granadas este año
No se puede negar que da alegría ver los frutos en los árboles. Este año mi inexperiencia ha hecho que hiciera algo mal con la higuera, y está perdiendo todos los higos que tenía, pero bueno al menos habrá peras...
Otro rincón que también da alegría es la ventana de la cocina, mirad...
A la gitanilla le encanta el sol, por lo que está en el lugar adecuado, ¿no os parece?
Por último, no quería dejar de mostraros este cáctus que he descubierto casi por casualidad dentro de otra maceta más grande.
Es la típica plantita, pobrecita, a la que no presto apenas atención, y de repente a lo lejos he visto algo rojo brillar y al acercarme... ¡ha florecido, y está preciosa!
Es por este tipo de cosas por las que digo que soy afortunada de que mi jardín sea tan generoso conmigo, y por lo que estoy agradecida.
Espero que os hayan gustado las fotos que tomé el pasado domingo, conforme avance la estación os iré mostrando más para que las disfrutéis tanto como yo lo hago. ¡Que paséis buena semana!