Los paños de cocina son muy fáciles de pintar. La ropa de algodón lisa y el color blanco hacen que los resultados siempre sean buenos.
Si planchamos bien el dibujo pintado, siguiendo las recomendaciones del fabricante, la pintura textil aguanta los lavados con agua caliente e incluso la lejía.
Con poco dinero se pueden comprar unos trapos de cocina básicos y es una forma fácil de alegrar la cocina.