El día que Mari vino a encargarme este abanico, me contaba de una tradición arraigada en Pedrezuela.
El novio, el día de la pedida de mano, obsequia a su novia un ramo de peonías silvestres recogidas de las zonas del pueblo donde se dan de forma natural.
Ricardo, siguiendo la tradición le llevó a Fabiola un ramo de peonías, y para que ese recuerdo no se marchite, decidimos pintar peonías en su abanico de novia
Abanico de novia en madera de danta lacada, país de algodón pintado a mano