Este es un abanico especial para una persona que cumplía con ilusión la tradición de ser festera en su pueblo.
Eligió el abanico Samarkanda, pero tenía que ser en otros tonos, y personalizado con su nombre.
Con una foto de la tela del vestido, empecé a trabajar.
El abanico fué creciendo, reservando un espacio para el nombre
Cuando el trabajo estubo terminado y a nuestra festera le gustó el resultado, añadimos el nombre
Y el resultado final, es este
Su funda a juego.
El día de la fiesta, la festera y su abanico.
Su madre tubo la amabilidad de enviarme una fotografía para que compartiese el momento.
Gracias por confiar en mi trabajo.
Abanico de peral pulido, y país de algodón pintado a mano